¿Cuándo es necesario acudir con un ortodoncista?
La planeación lo es todo, más aún cuando hablamos del tratamiento ortodóncico de tus hijos. Un tratamiento temprano, al cual en su mayoría los ortodoncistas denominamos como “interceptivo”, es el que se realiza cuando algunos dientes de la dentición primaria aún se encuentran presentes en la boca del paciente.
La Asociación Mexicana de Ortodoncia (AMO) recomienda que la primera visita al ortodoncista sea alrededor de los 7 años de edad. En ese momento, el ortodoncista podrá detectar problemas de manera temprana.
A esa edad, cuando los dientes permanentes comienzan a hacer su aparición, el ortodoncista tendrá las mejores condiciones para evaluar de manera amplia el desarrollo de la dentición y de las bases óseas, es decir, maxilar y mandíbula, así como de las proporciones que estos guardan con el resto de la cara para establecer una buena armonía facial.
Al realizar una visita con el ortodoncista podemos encontrarnos con tres posibles opciones:
- No es necesario realizar tratamiento alguno.
- Será necesario realizar tratamiento a corto o mediano plazo, y para ello se debe dar seguimiento al paciente de manera periódica.
- Existe un problema que requerirá tratamiento temprano.
Cuando se identifica más de un problema, la mayoría de los ortodoncistas están de acuerdo en que es mejor para el paciente realizar un tratamiento temprano en lugar de esperar a que pase el tiempo para comenzar a tratarlos.
El objetivo principal será interceptar todos los problemas de desarrollo de la dentición, eliminar los factores que los causan, redirigir el crecimiento de las estructuras óseas que intervienen para obtener una buena armonía facial, así como proveer el espacio suficiente para que se alojen todos los dientes permanentes que aún faltan por erupcionar en la boca.
Los tipos de problemas que los ortodoncistas de la Asociación Mexicana de Ortodoncia recomiendan atender cuando el paciente presenta aún dientes deciduos o de leche son:
- Mordidas telescópicas
- Mordidas cruzadas
- Dientes muy juntos y girados
- Dientes muy espaciados
- Ausencia de uno o más dientes
- Dientes de más, conocidos como dientes supernumerarios
- Hábitos nocivos: chupar dedo, morder los labios u objetos diversos
Algunos de estos problemas ortodóncicos pueden ser hereditarios, mientras que otros pueden ser derivados de accidentes, enfermedades dentales, o por deglución atípica.
El tratamiento temprano puede diversificarse. El ortodoncista podrá hacer uso de aparatología removible o fija para mover dientes, cambiar la posición de los maxilares, mantener los dientes en su lugar, entre otras cosas. En algunas ocasiones no es necesario el uso de ningún aparato. En muchos casos, puede ser necesaria la remoción de algunos dientes primarios para ayudar a que los dientes permanentes erupcionen mejor. Las extracciones serán planeadas cuidadosamente para obtener los mayores beneficios en estos pacientes que se encuentran en etapa de crecimiento y desarrollo.
Es muy importante resaltar que, aun cuando podamos cumplir los objetivos de un tratamiento, siempre será mucho más fácil si intervenimos de manera temprana y oportuna. Esperar a que la dentición permanente haya completado su aparición, o hasta que el crecimiento y desarrollo facial del paciente hayan culminado, podría hacer mucho más difícil la corrección de un problema ortodóncico.
Da oportunidad a tu hijo de disfrutar de una bella y saludable sonrisa, visita un ortodoncista afiliado a la Asociación Mexicana de Ortodoncia. Nuestros socios pueden brindarte una valiosa opinión, sin que esto te obligue necesariamente a tomar un tratamiento con ellos. Te invitamos a visitarlos para que puedan informarte si tu hijo puede desarrollar un problema que altere su salud en un futuro. No corras riesgos, recuerda que, como mencionamos al principio, la planeación lo es todo.
La Asociación Mexicana de Ortodoncia permite la afiliación a todo aquél que haya cursado una especialidad o maestría en Ortodoncia en una institución reconocida y autorizada y que ofrezca un programa de entrenamiento académico y clínico de 2 a 3 años.
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La primera cita con el ortodoncista es importante
Cuando se trata de pacientes infantiles, una valoración ortodóncica temprana nos permite monitorear su desarrollo y determinar oportunamente cuándo es el momento correcto para iniciar tratamiento. Detectar a tiempo un problema existente puede reducir la necesidad de extraer dientes permanentes o si ello es indispensable, la duración y la dificultad de una segunda fase de tratamiento también se reducen.
En muchos tratamientos tempranos se aprovecha el crecimiento del paciente para lograr resultados óptimos. Si el crecimiento ya ha terminado, es difícil que el resultado sea excelente.
En el pasado era común que el tratamiento de ortodoncia se pospusiera hasta los años de adolescencia, cuando ya todos los dientes permanentes estaban presentes en la boca. Actualmente sabemos que muchos de los problemas de ortodoncia pueden y deben ser tratados a edad temprana, ya que es mucho más fácil trabajar sobre el mal desarrollo de los maxilares cuando existe crecimiento de los mismos. Esto sucede alrededor de los 7 años, aunque hay un segundo “estirón “, en promedio, a los 12.
Los procedimientos realizados en pacientes en crecimiento usualmente requieren del empleo de aparatos que actúan ortopédicamente sobre los maxilares y otros huesos de la cara. A estos tratamientos les llamamos “primera fase”.
Tratamiento de dos fases
Un tratamiento ortodóncico de dos fases es un procedimiento especializado que sólo ciertos niños necesitan.
El tratamiento suele comenzar antes de que hayan erupcionado todos los dientes permanentes. La Asociación Mexicana de Ortodoncia considera que este tratamiento debe limitarse a aquellos pacientes con características específicas como mordidas cruzadas esqueléticas, un desplazamiento hacia adelante de la mordida excesivo o un apiñamiento dental severo.
La mordida cruzada esquelética es un problema causado por una anchura reducida del maxilar superior. Puede ser un defecto genético, y podría agravarse por problemas al respirar por la boca a raíz de una obstrucción nasal. Se manifiesta con la ubicación de los dientes posteriores superiores más cerca de la lengua en relación a los dientes inferiores, creando una mordida cruzada posterior; o como prognatismo mandibular en el caso de mordida cruzada anterior. En la mayoría de los casos, el tratamiento se lleva a cabo con expansores palatinos y otros aditamentos que pueden ser removibles o fijos, dependiendo de la naturaleza de la mordida cruzada.
La mordida desplazada anterior puede ser consecuencia de dos factores: la protrusión de los dientes anteriores superiores (dientes salidos) o una mandíbula retraída. El tratamiento puede requerir un uso limitado de aparatos para reducir la protrusión de los dientes superiores o posiblemente aparatos para acomodar los maxilares con la intención de mejorar el crecimiento mandibular hacia adelante, en relación al maxilar, creando una nueva dirección de crecimiento.
Puede que los arcos apiñados requieran la extracción de dientes primarios o permanentes para aliviar la falta de espacio. Esto puede o no ser seguido por la colocación de mantenedores de espacio hasta que hayan erupcionado todos los dientes permanentes.
La meta del tratamiento de dos fases es crear un ambiente que permita al paciente desarrollar lo más normalmente posible la dentición mixta, es decir, la presencia tanto de dientes permanentes como temporales. Y también para que la segunda fase del tratamiento sea más fácil y que su resultado final esté tan cercano a la perfección como sea posible. Cabe destacar que la posición de los dientes, una vez completada la primera fase del tratamiento, no será la posición final. La posición definitiva de los dientes se obtendrá al terminar la segunda fase del tratamiento.
Signos de que tu niño puede requerir del cuidado de un ortodoncista
Pérdida prematura de dientes de leche
Perder dientes de leche muy temprano o demasiado tarde puede traer problemas a los dientes permanentes que los sustituirán. Es importante acudir a revisiones periódicas durante el proceso de cambio de dientes. El ortodoncista estará atento y puede vigilar el desarrollo correcto de la dentición de tu hijo.
Dificultad para masticar o morder
Comer no debe doler. Masticar o morder no debe ser doloroso; si lo es, consulta a un ortodoncista.
Respiración a través de la boca
La respiración bucal puede causar problemas en el crecimiento y desarrollo de la boca y la cara de un niño. Si bien el ortodoncista no se encarga directamente de las vías aéreas, sí es el especialista que puede modificar la posición de los maxilares y guiar su crecimiento correcto.
Desbalance facial
La apariencia de labios, mentón y otras estructuras faciales pueden ser afectadas por la posición de los dientes o de los huesos maxilares.
Morderse los cachetes
Si tu hijo se muerde constantemente los cachetes, se debe a una mala posición dental que puede ser una mordida cruzada o alguna otra condición que se puede prevenir o corregir.
Desviación o chasquido de la mandíbula
Una mandíbula o maxilar inferior desviada frecuentemente es consecuencia de un problema de mordida que puede comenzar con chasquidos, después puede tornarse doloroso y causar otros problemas dentales. El ortodoncista es experto en evaluar la alineación de tus dientes y por lo tanto cómo deben engranar apropiadamente.